El cambio de tendencia política en España se consolidó ayer con la victoria del PP frente al PSOE en las elecciones europeas, las primeras de ámbito nacional desde las generales de marzo de 2008. Los populares, con Jaime Mayor Oreja como cabeza de lista, lograron 23 escaños en el Parlamento Europeo, con un 42,25 por ciento de voto, mientras que los socialistas se quedaron con 21 diputados y un 38,5 por ciento de voto. Dos escaños, 580.000 votos y casi cuatro puntos de diferencia que supieron a éxito rotundo en el PP, y que consolida el liderazgo interno de Mariano Rajoy, que se apunta así su segunda victoria consecutiva, tras el resultado de Galicia el 1 de marzo.
En el lado contrario, el PSOE ni siquiera se atrevió a hablar de «dulce derrota». El declive electoral, acelerado por la crisis económica y los cuatro millones de parados, avanzó ayer un poco más. José Luis Rodríguez Zapatero reconoció dos días antes de las elecciones que una derrota de su partido sería «responsabilidad» suya. El secretario general del PSOE, que ha sido protagonista durante la campaña electoral por el uso indiscriminado del avión militar Falcon para participar en mítines y pedir el voto, sufre ahora su tercera derrota ante el PP, ya que a la de Galicia y el Parlamento Europeo hay que unir el revés de las elecciones municipales de mayo de 2007.
El Gobierno socialista afronta ahora sus meses más difíciles, ya que a la debilidad parlamentaria que padece tiene que unir el desafecto de los ciudadanos, que han dado la espalda al PSOE en plena crisis y se decantan por una nueva mayoría. Una situación que no augura nada bueno para los socialistas, ya que a la vuelta del verano deberán pasar la prueba de los Presupuestos Generales del Estado de 2010, y hoy por hoy no tiene apoyos suficientes. La sombra de la moción de censura vuelve a planear sobre el hemiciclo del Congreso, aunque la Presidencia de la Unión Europea en el primer semestre de 2010 podría dar un respiro a Zapatero.
En el Parlamento Europeo se ha hecho un hueco el partido de Rosa Díez, Unión Progreso y Democracia (UPyD), que consigue un diputado —Francisco Sosa Wagner— y aumenta el número de votos en toda España, al sumar 445.000, casi 140.000 más que en las elecciones generales de 2008. UPyD se sitúa como quinta fuerza política en las urnas, y se lleva el voto de castigo de ese sector de españoles cansado de los mensajes y la campaña agresiva de los dos grandes.
La Coalición por Europa, formada por CiU, PNV y Coalición Canaria, suma dos diputados, con el 5,01 por ciento de los votos. También Izquierda Unida consigue dos escaños, los mismos que en 2004, con un 3,75 por ciento de los votos, un porcentaje ligeramente menor que en las anteriores elecciones europeas. Por último, Europa de los Pueblos (ERC, BNG, EA, Aralar y CHA) logra un diputado, con un 2,54 por ciento de los votos.
El voto proetarra
Quien no ha conseguido ningún diputado ha sido la formación Iniciativa Internacionalista, la marca electoral utilizada por los proetarras para estar presentes en las urnas. Han sumado 175.000 votos, un 1,13 por ciento.
El análisis detallado de los resultados por comunidades hace más evidente el varapalo que han sufrido los socialistas en algunas comunidades. Es el caso de la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana, donde una vez más se comprueba que el «caso Gürtel» no ha causado ningún perjuicio al PP. En Madrid, los populares superan a los socialistas por 13 puntos de diferencia, mientras que en Valencia la distancia es de casi 15 puntos. La participación en estas dos comunidades, feudos del PP, fue notablemente más alta que la media, al superar el 50 por ciento de voto en los dos casos.
Pero para diferencia la que se ha producido en la Región de Murcia. La victoria del PP fue apabullante, casi humillante, al lograr un 61,5 por ciento de los votos, 32 puntos más que el PSOE.
Feudos socialistas
En cuanto a los feudos socialistas, lo más destacado es el batacazo del Partido Socialista en una Comunidad donde ha gobernado siempre, Castilla-La Mancha. Los populares ganan por más de cien mil votos de diferencia.
Además, en los principales graneros de votos para el PSOE, como son Cataluña y Andalucía, que dieron la victoria a Zapatero en las elecciones generales de marzo de 2008, los socialistas pierden terreno. El PSC sigue siendo el partido más votado, pero pierde doscientos mil votos respecto a 2004, mientras que CiU gana unos sesenta mil. En Andalucía, retroceden 130.000 votos.